Nuestros genes revelan lo cerca que estuvieron nuestros antepasados ​​de la extinción

El hecho de que estemos aquí hoy, en tal número, es prueba de que no fue así. Pero los hallazgos, según un equipo dirigido por los genetistas Haiping Li, de la Academia de Ciencias de China, y Yi Hsuan-Pan, de la Universidad Normal del Este de China, deberían explicar una extraña brecha en el registro fósil de nuestros ancestros del Pleistoceno.

«La brecha en los registros fósiles africanos y euroasiáticos puede explicarse por el cuello de botella de la Edad de Piedra Temprana, ambos históricamente», dice el antropólogo Giorgio Manzi de la Universidad Sapienza en Roma, Italia. «Esto coincide con este período propuesto de pérdida significativa de evidencia fósil».

Los cuellos de botella demográficos, como se sabe, debidos a grandes reducciones en el número de grupos, no son infrecuentes. Cuando una especie es devastada por un acontecimiento como una guerra, una hambruna o una crisis climática, la disminución resultante de la diversidad genética se remonta al origen de los supervivientes. De esta forma sabemos que también hubo una asfixia de la población humana en el hemisferio norte recientemente, hace unos 7.000 años.

Cuanto más se quiere retroceder en el tiempo, más difícil resulta descubrir un signo importante sobre nuestros antepasados.

Para este último análisis, el equipo de investigación desarrolló un nuevo método llamado fusión rápida en tiempo infinitesimal (FitCoal) para sortear la acumulación de errores numéricos típicamente asociados con el intento de desentrañar estos eventos pasados.

Utilizaron FitCoal para analizar los datos genómicos de 3.154 personas de todo el mundo, de 10 poblaciones africanas y 40 no africanas, para observar cómo los linajes genéticos han variado con el tiempo. Sus resultados mostraron que hubo un importante cuello de botella en la población entre hace unos 930.000 y 813.000 años, lo que llevó a una pérdida actual de diversidad genética de hasta el 65,85 por ciento.

En cuanto a la causa del cuello de botella, no estamos 100% seguros de los factores que contribuyeron, pero hubo un evento importante que ocurrió en ese momento y que podría haber desempeñado un papel: la transición del Pleistoceno medio, durante la cual los ciclos de los glaciares en la Tierra cambió dramáticamente.

Es posible que las perturbaciones climáticas produjeran condiciones que no eran buenas para nuestros antepasados ​​cuando luchaban por sobrevivir en las tierras altas, lo que provocó hambrunas y conflictos que redujeron la población.

«El nuevo descubrimiento abre un nuevo campo en la evolución humana porque plantea muchas preguntas, como dónde vivieron estos individuos, cómo superaron el cambio climático catastrófico y si la selección natural durante un cuello de botella aceleró la evolución humana», dice Pan. el cerebro.»

El cuello de botella parece haber contribuido a otra característica interesante del genoma humano: la fusión de dos cromosomas para formar el cromosoma 2.

Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas; Todos los demás homínidos vivos hoy en día (incluidos los grandes simios) tienen 24. La formación del cromosoma 2 parece haber sido un acontecimiento que animó a los humanos a seguir un camino evolutivo diferente.

«Estos descubrimientos son sólo el comienzo», dice Li. «Los objetivos futuros con este conocimiento apuntan a pintar una imagen más completa de la evolución humana durante este período de transición del Pleistoceno temprano al Pleistoceno medio, que a su vez continuará revelando los secretos». de nuestra civilización.» Ancestros y evolución humana temprana.»

Traducido por Matthew Lineker de Alerta científica