abril 19, 2024

La nueva aplicación de inteligencia artificial promete mejorar las malas fotos, pero tiene ‘efectos secundarios’

Foto: Morello Gustinelli / Reproducción

Los investigadores de Tencent ARC Lab, ubicado en China, han desarrollado un nuevo sistema de inteligencia artificial (IA) que le permite resaltar rostros en fotos viejas, dañadas o descoloridas. El problema es que el nuevo algoritmo tiene algunos «efectos secundarios».

La idea es buena. Apodado GFP-GAN – abreviatura de «Generative Face Priority» por su arquitectura «Generative Adversarial Network» – el sistema funciona como cualquier otra herramienta que busca mejorar las imágenes utilizando inteligencia artificial.

La diferencia con el algoritmo chino es que pretende ser más preciso que los sistemas de inteligencia artificial anteriores, centrándose en los detalles faciales honestos para preservar la identidad facial y esforzándose por lograr un equilibrio entre la realidad y la sinceridad.

En las pruebas realizadas, el sistema logró excelentes resultados en imágenes muy borrosas, como en la foto de abajo.

Foto: TNW / Reproducción

Sin embargo, al usar imágenes de alta resolución, la aplicación terminó creando imágenes bastante aterradoras.

Foto: TNW / Reproducción

El estudio sobre GFP-GAN se puede consultar en arXiv y el símbolo en github.

problemas de privacidad

Lejos del beneficio inocente de mejorar las imágenes antiguas, el uso de sistemas como GFP-GAN puede generar preocupaciones sobre la privacidad.

La inteligencia artificial como esta se puede utilizar para monitorear poblaciones y mejorar las imágenes de CCTV de personas que están lejos o de mala calidad para identificar y rastrear individuos específicos.

Hoy en día, la vigilancia ya es utilizada por empresas y gobiernos de todo el mundo, pero tiene la limitación de no brindar claridad a imágenes de personas y objetos distantes.

La mejora de este tipo de algoritmo puede determinar lo que la gente dice en público, simplemente mediante un análisis de lectura de labios.

Por otro lado, este mismo algoritmo también puede mejorar la privacidad «barajando» las imágenes y evitando que otros sistemas realicen el reconocimiento facial.