La Guardia Civil de Aracena, en la provincia española de Huelva, arrestó a Tatiana Coronado, de 26 años, y a su cómplice el 7 de febrero, acusados de homicidio intencional y detención ilegal. La mujer fue imputada por la muerte de su madre, Carmen Romero Fernández, de 58 años, quien falleció el 1 de enero de este año.
Unos días antes, el 28 de diciembre, Carmen ingresó en el Hospital de Riotinto con graves síntomas de deshidratación, desnutrición, infección respiratoria grave y caquexia, que se caracteriza por la pérdida de tejido muscular y adiposo. Lo único que quedó fue «piel y huesos», dijo José Barroso, encargado de la investigación policial. Cuando llegó al hospital, Carmen pesaba unos 30 kg y explicó que no respondía a ningún estímulo. ABC España.
La mujer murió cuatro días después. Una de las hijas de la víctima, Sonia Coronado, lamenta la muerte de su madre. «Nadie me ayuda», declaró Sonia, que contactó repetidamente con la comisaría local y pidió ayuda a los servicios sociales, sin éxito. Aunque no tenía una relación cercana con su madre, quien era adicta al alcohol y sufrió hace años un derrame cerebral que la privó de toda movilidad, Sonia intentó denunciar las prácticas de su hermana.
Debido a su discapacidad, Carmen quedó al cuidado de Tatiana, en su casa, recibiendo una pensión de 714 euros. Junto a su marido, comenzaron a defenderse de familiares, vecinos e incluso de ayuda médica para intervenir. Las investigaciones, que comenzaron hace mes y medio, acusan a la pareja de dejar a Carmen «en estado de total abandono». La mujer tenía una discapacidad del 33% y dependía mucho de la asistencia.
El día que la llevaron al hospital, una enfermera les dijo a las autoridades que encontró una cerradura en la puerta de la habitación. También informó que había restos de comida y una palangana que contenía orina y heces.
En octubre, un técnico de salud comunitaria también denunció candados en la cocina de la casa. En sus visitas siempre encontraba a Carmen completamente desnuda, en ayunas y cubierta de heces. La pareja la sacó del cuidado y se negó a dejarla entrar a la casa después de las quejas. Según los informes, el médico presentó una solicitud de «intervención judicial y asesoramiento jurídico» después de la intervención el 23 de agosto.
La agresividad de la pareja ya era evidente. Luego de que Carmen es hospitalizada, Sonia intenta visitar a su madre y es atacada por su cuñado junto con su familia. Tras el incidente, presentó una denuncia ante el tribunal. Sonia supuestamente rompió el celular de su hermana Carmen y lo encerró en otra habitación después de verla hablando con su madre en la ventana en un intento de verla. La intervención policial se produjo sólo después de que Sonia enviara dos fotografías a un sargento de la comisaría de Jabuco, en las que se evidenciaba la mala conducta. La pareja finalmente fue arrestada, pero sólo después de la muerte de la mujer.
José Barroso, que dirige las investigaciones, lamenta lo ocurrido. Culpando a la falta de ayuda de las autoridades, Sonia Coronado admite que habría hecho todo lo posible para ayudar a su madre. Los dos fueron detenidos por la Guardia Civil.
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