Consecuencias en el cuerpo
Si la astilla permanece en la piel, la reacción natural del cuerpo será luchar y expulsar el vidrio extraño. En este caso, se produce inflamación alrededor del material. En algunos casos, puede drenar pus, pero la astilla también puede quedar atrapada o aislada, formando una cicatriz.
Si se contamina, el material puede transportar hongos y bacterias que pueden ser nocivos y provocar abscesos, celulitis, erisipela, micosis e incluso tétanos. Dependiendo del historial de salud de la persona y de la gravedad del proceso infeccioso, existe la posibilidad de pérdida de la extremidad afectada e incluso la muerte.
Opciones de eliminación
Cuando las astillas son superficiales y pequeñas se pueden retirar mediante algunas técnicas, siempre y cuando no se frote la zona para que el material no se hunda más en la piel. La presión tampoco es una buena alternativa, ya que puede causar dolor y romper la astilla. Las opciones de extracción incluyen pinzas esterilizadas, cinta adhesiva o bicarbonato de sodio.
Con unas pinzas o cinta adhesiva, la idea es sacar la parte de la astilla, mientras que el bicarbonato debe provocar una reacción que pueda empujar el material hacia afuera, cuando se aplica como una pasta en la zona y se cubre con cinta adhesiva.
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