«Era como si estuviera viviendo con paperas».

La fibromialgia es una enfermedad crónica en la que el dolor está muy extendido, explica el reumatólogo Felipe Rocha Loris, miembro del Comité Científico del Dolor, Fibromialgia y Otros Síndromes de Tejidos Blandos de la SBR (Sociedad Brasileña de Reumatología).

Y añade: «Además, puede provocar fatiga, alteraciones del sueño y cambios emocionales, como ansiedad y depresión. Todavía se pueden observar cambios asociados con la memoria y el desarrollo del síndrome del intestino irritable».

Según Loris, los pacientes que han agotado los tratamientos convencionales y consumen cannabis pueden experimentar una mejoría en sus síntomas. «Funciona bien. Desde el punto de vista clínico, veo que entre el 70% y el 80% de los pacientes que lo utilizan tienen muy pocos efectos secundarios», afirma. Estos efectos pueden ser mareos y somnolencia, que desaparecen al cabo de unos días de uso.

Respecto al síndrome de Sjögren, el reumatólogo André Franco, que trabaja en el ambulatorio especializado en el síndrome del Hospital de Clínicas FMUSP, en Bauru (SP), afirma que la enfermedad es muy común en las mujeres – 90% de los casos – y que síntomas como : como sequedad de boca, ojos y vagina, suele aparecer entre los 40 y 60 años.

«Algunas personas usan gotas para los ojos, pensando que es deshidratación, o beben mucha agua, pensando que es normal. En muchos casos, ni siquiera buscan atención médica», explica Franco. Además, el síndrome puede provocar inflamación de la glándula parótida, que es la responsable de producir saliva. Por eso Anna Claudia siempre tenía la cara hinchada.

«Podemos utilizar la terapia con cannabis. Si el paciente mejora, genial. Pero es importante recordar que no disponemos de estudios de buena calidad (doble ciego, placebo, aleatorizados) que demuestren su eficacia. Ni para la fibromialgia ni para estos síndromes. «, advierte Franco.