abril 24, 2024

Una prometedora vacuna contra el cáncer es la esperanza de nuevas opciones de tratamiento

Una prometedora vacuna contra el cáncer es la esperanza de nuevas opciones de tratamiento

En los próximos años, los pacientes con cáncer deberían tener acceso a nuevas opciones de tratamiento que aumenten sus posibilidades de supervivencia. Uno de ellos es la prometedora vacuna OVM-200, que está siendo desarrollada por Oxford Vacmedix, que está asociada con la Universidad de Oxford en el Reino Unido.

Recientemente, comenzaron los ensayos con los primeros 35 pacientes con cáncer. Recibirán tres dosis de la vacuna, con dos semanas de diferencia, y serán monitoreados durante un semestre.

Contrariamente a lo que sugiere el sentido común, la vacuna, si se aprueba, no se usará como una forma de prevención, sino como otra alternativa para tratar tumores en etapa avanzada. Durante el estudio clínico, los tumores diana serán los de próstata, pulmón y ovario.

En teoría, OVM-200 tiene un perfil similar a la inmunoterapia, un tratamiento ya utilizado en pacientes con cáncer y que tiene como objetivo estimular el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas, explicó Fernando de Moura, oncólogo de BP – A Beneficência Portuguesa, de São Paulo.

En este caso, la diferencia es que la vacuna se está desarrollando para atacar la proteína de los neutrófilos, una proteína específica que normalmente se encuentra en las células cancerosas.

“Los tumores que expresan esta proteína tienen una mayor capacidad de proliferación, y los estudios demuestran que la bazofina se asocia con un peor pronóstico, un mayor grado de agresividad y un mayor riesgo de recaída, por lo que esta vacuna es un péptido que actuará y estimulará la sistema inmunitario para atacar a las células que aportan esta proteína”. En concreto la proteína, según explica el especialista.

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Aunque la propuesta es prometedora, el oncólogo señala que la vacuna, si se aprueba para su uso, no pretende abrir la puerta a una cura para el cáncer. La finalidad, en este caso, es aumentar la supervivencia del paciente, es decir, prolongar el tiempo que una persona puede vivir con la enfermedad.

“Los pacientes incluidos en este estudio tienen enfermedad avanzada, y ya han usado los tratamientos estándar hoy en día, entonces estamos hablando de pacientes de muy alto riesgo, porque en este perfil es muy difícil usar la palabra curar”, asevera el doctor.

Además, la oncóloga Lin I Ter destaca que OVM-200 se encuentra en estudios clínicos de fase I, lo que significa que queda un largo camino por recorrer hasta que se apruebe y, en un momento posterior, forme parte de la suite de terapias oncológicas.

Para ser incorporado a la práctica clínica, debe ser probado y comparado con los tratamientos existentes y demostrar que es más efectivo, o igual de efectivo, pero con menos toxicidad. Es un tratamiento que podría ser prometedor, pero aún queda camino por recorrer», dice.