Un hombre de 88 años sorprendió al personal y a los pacientes de un centro médico cuando ingresó a la sala de emergencias con una granada de 20 cm de largo y 5 cm de ancho clavada en el recto. El caso tuvo lugar en el Hospital St. Maus de la ciudad marítima de Toulon, Francia. La persona mayor se recupera bien después de retirar el dispositivo.
Según el sitio web de Var-Martin, los profesionales que se encontraban en el centro médico estaban asustados y temerosos de que la bomba pudiera estallar en cualquier momento.
La dirección del hospital convocó al equipo especializado en el manejo de artefactos explosivos. Al evaluar la bomba, consideraron que tenía un bajo riesgo de explosión. Tras este comentario, los médicos enviaron al anciano al quirófano y le quitaron el caparazón.
El equipo médico informó que el hombre se puso la bomba en el ano por placer sexual. Después de unas horas de cirugía, los médicos pudieron retirar el objeto, que medía unos 20 cm de largo y 5 cm de ancho. Según el boletín médico, el hombre se recupera bien.
Fecha
Un caso similar ocurrió en diciembre de 2021 en Inglaterra. En ese momento, The Sun informó que el equipo del Royal Hospital en Gloucestershire, en Inglaterra, tuvo que llamar al escuadrón antibombas después de insertar una bala de cañón en el ano de un paciente.
En el caso británico, el proyectil formaba parte de la colección del hombre con fines militares, y mientras limpiaba las cosas, la víctima habría dejado las municiones en el suelo. Luego resbaló y cayó encima del objeto de 17 cm de largo y 6 cm de ancho por accidente.
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