octubre 7, 2024

Un gusano de 1,2 cm de largo fue encontrado en el ojo de una mujer de 28 años.

Un gusano de 1,2 cm de largo fue encontrado en el ojo de una mujer de 28 años.

Hay historias que parecen salidas del guión de una película, y ésta es una de ellas. Una mujer de 28 años acabó en el hospital tras sufrir un fuerte dolor en los ojos.

Un gusano fue encontrado en los ojos de una mujer de 28 años – Foto: Reproducción/Pixabay/ND

Lo que no imaginaba es que la causa de su dolor era la presencia de un gusano de 1,2 cm de largo viviendo dentro de sus ojos, lo que sorprendió a la paciente y al equipo médico.

La historia fue publicada el pasado jueves (11) en la revista científica. Oftalmología Gamma.

El diagnóstico oficial fue quintetopía, una rara infección ocular que se produce cuando el parásito pone sus huevos en las serpientes.

gusano de la lengua

Un raro caso de infección por larvas de Linguatula serrata, comúnmente conocida como «gusano de la lengua», ha llamado la atención de los expertos médicos.

A la paciente, una mujer que nunca había tenido contacto directo con serpientes pero que a menudo consumía carne de cocodrilo, se le diagnosticó el parásito, lo que generó dudas sobre la posible fuente de contaminación.

El gusano surgió directamente del contacto con serpientes.La mujer tuvo contacto directo con las serpientes que le trajeron el gusano – Imagen: Reproducción/JAMA/ND

Aunque no hay registros previos de infección por pentostasis oral transmitida por cocodrilos, los médicos sospechan que el animal pudo haber sido infectado a través del mercado.

La infección con esta larva, que generalmente ocurre después del contacto con serpientes infectadas o de comer carne de serpiente poco cocida, puede provocar complicaciones graves, incluido daño ocular grave.

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Los gusanos de la lengua, cuando se alojan en los ojos, pueden causar dolor intenso, glaucoma e incluso ceguera permanente.

En casos más graves, esto puede provocar la perforación del ojo, lo que provoca reacciones inmunitarias que pueden ser mortales para el huésped.

El principal tratamiento para esta afección es la extirpación quirúrgica del parásito, ya que matar las larvas sin extraerlas puede ser peligroso.

Se recomiendan medidas preventivas, como practicar una estricta higiene al manipular reptiles y evitar el consumo de carne insuficientemente cocida, para reducir el riesgo de infección por este inusual parásito.