marzo 28, 2024

Suena más correcto, ¡pero no lo es!  Las sustituciones pueden dañar la dieta.

Suena más correcto, ¡pero no lo es! Las sustituciones pueden dañar la dieta.

Es un error común considerar solo cuántas calorías hay en las comidas para aquellos que tienen prisa por hacerlo realidad. Un objetivo específico en la escala.. Sin embargo, una dieta muy restrictiva puede impedir que su cuerpo obtenga todos los nutrientes que necesita. Si tiene dificultades, busque un nutricionista y otros profesionales que puedan orientarlo.

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Tendencia de la dieta baja en carbohidratos

Muchos planes de alimentación sugieren reducir o eliminar por completo ciertos alimentos, lo que promete milagros. Sin embargo, es necesario evaluar las necesidades nutricionales de cada individuo. Saltarse comidas o incluso apostar por alternativas como edulcorantes, margarinas y productos alimenticios procesados ​​no siempre es cuidado de la salud.

Intercambios innecesarios

Entre los ejemplos mencionados, la margarina tiene un alto contenido de grasas trans, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Usted está edulcorantes Debe usarse bajo prescripción médica, aunque se debe reducir el azúcar. Controlar la ingesta de sodio y mantener el equilibrio de la glucosa en sangre previene enfermedades como la diabetes tipo 2, la acumulación de grasa y la falta de energía.

No olvides la fuente de fibra.

Una de las peores situaciones es dejar de comer fibra por la mañana si tu objetivo es perder peso. Este pensamiento aumenta la compulsión, porque ignora la saciedad de la mañana y produce la sensación de desesperanza. Ambos generan sedentarismo y ganas de hacerlo dulces A lo largo del día, en exceso de las calorías ideales.

Implementa un plan nutricional, compra alimentos naturales que promuevan la saciedad y controla el apetito por más tiempo. Estimula tu conciencia, y haz que tu relación con la comida sea buena.

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Vincule estos cambios con otros hábitos saludables, como acostarse temprano, beber mucha agua y hacer ejercicio con regularidad. Recuerda comenzar despacio y evitar situaciones repentinas que dificulten la adaptación de tu forma de pensar.