abril 20, 2024

La procrastinación es dañina y puede contribuir a la depresión.

La procrastinación es dañina y puede contribuir a la depresión.

Comportamientos como posponer tareas, decisiones e incluso la limpieza de la casa, si se realizan con frecuencia, pueden indicar el hábito de querer dejarlo todo para más tarde. La procrastinación es mala para salud La enfermedad mental puede contribuir al desarrollo de condiciones como la depresión o incluso empeorar los síntomas de ansiedad.

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Algunas personas, por supuesto, serán más susceptibles que otras. Siga leyendo y vea cómo la adicción a la procrastinación es perjudicial para la salud mental y emocional.

Entender el mecanismo de la procrastinación.

Las exigencias de la vida moderna son infinitas: trabajo, cuidado personal, relaciones, estudios y una serie de actividades que realizamos todos los días.

Por eso, es común dejar una tarea u otra para más tarde, incluso cuando parece frustrante o ya promete que requerirá demasiado de nosotros. Sin embargo, la práctica de posponer repetidamente actividades y compromisos, con la costumbre de dejarlos para última hora o incluso incumplir ciertos plazos, tiene un enorme costo personal.

Esta idea de procrastinación puede convertirse en un problema de salud mental, ya que perjudica no solo a las personas sino también a quienes conviven, desde jefes hasta parejas.

Además, si la rutina de «procrastinar para mañana» va acompañada de sentimientos de culpa, frustración, arrepentimiento e incluso la impresión de no poder manejar todas las tareas que ya están atrasadas, es importante permanecer alerta. Estos son signos claros de un posible episodio depresivo.

En estos casos es necesaria una evaluación médica y psicológica.

Un profesional de la salud mental, psicólogo o psiquiatra es responsable de evaluar al individuo y comprender si se ha establecido un caso potencial de depresión. Si no, ¿hay riesgo de depresión? Él diagnosticará y actuará para que la enfermedad no empeore. Un profesional también puede entender que este es un comportamiento derivado de áreas de la vida de una persona que no están progresando idealmente, como la posibilidad de una ruptura.

Las personas con TDAH son más propensas a posponer las tareas, principalmente debido a la pérdida de concentración y la incapacidad para concentrarse. Por ello, es muy importante buscar la ayuda de profesionales de la salud para analizar el padecimiento e iniciar el tratamiento adecuado que estará encaminado a combatir la procrastinación y los síntomas que aparecen.