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Algunos alimentos son tan ricos en nutrientes que se les conoce como “antienvejecimiento”. Aportan beneficios antienvejecimiento en varias zonas, no sólo la piel, sino también otros órganos y tejidos.
Estos alimentos se caracterizan por la alta densidad de compuestos antioxidantes que contienen. El proceso de envejecimiento se produce debido a la oxidación celular provocada por los radicales libres. Los antioxidantes neutralizan estos radicales, retrasando así el envejecimiento prematuro.
Consumir estos alimentos a lo largo de la vida contribuye a la salud y a la prevención de enfermedades. Sin embargo, después de los 50 años, con los cambios hormonales y el metabolismo más lento, la ingesta de estos nutrientes se vuelve esencial para un envejecimiento saludable.
El sueño juega un papel crucial en la recuperación física y mental. Durante el sueño se reorganizan las actividades cerebrales y todo el cuerpo se prepara para un nuevo día.
Incorporados regularmente a la dieta, estos alimentos no sólo protegen el organismo sino que también ayudan a prevenir procesos inflamatorios. Es importante recalcar que los alimentos considerados “antienvejecimiento” funcionan mejor cuando se incorporan a un plan de alimentación saludable y actividad física regular.
Además, los hábitos de no fumar y evitar el consumo de alcohol también tienen un impacto significativo en la eficacia de estos alimentos saludables. Dado que estos hábitos pueden ser perjudiciales para la salud, combinados con un estilo de vida saludable, estos alimentos nos ayudan a envejecer de la mejor manera posible, a través de un proceso fisiológico natural, y no acelerado por sustancias tóxicas.
Ante esto, los alimentos que pueden ser buenos aliados son:
Fuentes de vitamina A:
Zanahorias, mango, cuscús, papaya, guayaba roja y otros alimentos de color naranja y verduras de color verde oscuro. Rica en carotenoides, además de antioxidantes, también fortalece el sistema inmunológico.
Vitamina E:
Un poderoso antioxidante, ayuda a proteger las membranas celulares. Se encuentra en alimentos que son fuentes de grasa, como almendras, avellanas, maní, nueces de Brasil, huevos y aguacates.
Vitamina C:
Esta vitamina es un excelente aliado de la producción de colágeno, pero también protege contra los efectos nocivos de la luz solar. La vitamina C se encuentra ampliamente en frutas cítricas como el limón, la acerola, la piña, el kiwi, la coliflor, etc.
Además de estos nutrientes, es útil incluir alimentos que sean fuentes de zinc, como carnes, maní, pescado y mariscos. Y también el selenio, que se encuentra en los frutos secos, especialmente las nueces de Brasil, los huevos, el pescado y el marisco, y finalmente el omega-3, que se encuentra en pescados como el salmón, el atún y las sardinas, y en cereales como la linaza y la chía.
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