Descubre el secreto del entierro de la madre, la hija y el caballo en el Imperio Romano

La conmovedora historia del entierro de una madre y su hija en el antiguo Imperio Romano adquiere nuevos contornos con el reciente descubrimiento realizado por arqueólogos en Ovilava, ahora Wels, en Austria.

En 2004, este equipo encontró una extraña tumba que contenía dos esqueletos abrazados sobre los restos de un caballo. Inicialmente, la interpretación se refería a la relación entre amantes medievales, emparentados con el pueblo germánico bávaro.

Sin embargo, un estudio publicado en el Journal of Archaeological Science en mayo de este año reveló un hecho sorprendente. Los esqueletos eran más antiguos de lo que se pensaba y pertenecían a dos mujeres biológicas, posiblemente madre e hija, de la época romana.

Los expertos profundizan en las posibles causas de la muerte de estas mujeres. La mujer mayor mostraba signos de montar a caballo con frecuencia, mientras que la hija podría haber padecido espina bífida, una afección que afecta a la médula espinal, y la madre padecía osteoartritis, una enfermedad común de las articulaciones.

Este descubrimiento se vuelve aún más raro si tenemos en cuenta que los cementerios romanos con humanos y caballos enterrados juntos son poco comunes, por lo que es la primera vez en Austria que se encuentra a una madre y una hija enterradas una al lado de la otra.

El misterio que rodea al caballo también interesa a los investigadores, ya que no era costumbre de los romanos enterrarse con estos animales.

Esto sugiere posibles influencias celtas en las prácticas funerarias de esta región durante el período romano, destacando la diversidad cultural y los rituales que impregnaron la vida y la muerte en este contexto histórico.

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