Condominios aislados con vallas, subterráneos cerrados y hasta inspecciones domiciliarias: China endurece restricciones por avance del Covid-19 | Globalismo

Aunque solo se registraron 51 casos en las últimas 24 horas, la capital china teme la misma explosión de infectados que Shanghái.Se confirmó que unas 5.000 personas contrajeron la enfermedad en un solo día.

Allí, parte de la población lleva más de un mes sin poder salir a la calle y en algunas zonas los vecinos han denunciado que las autoridades locales están realizando inspecciones domiciliarias obligatorias para comprobar si hay personas contagiadas.

Entre las nuevas restricciones, la capital china, con una población de 21 millones, ha aislado complejos de apartamentos completos y ha cerrado 45 estaciones de metro, que representan el 15 % de la red local, así como centros de fitness y lugares de ocio. Los restaurantes permanecen cerrados para consumo en el lugar.

Esta es la propagación más grave de Covid-19 en China desde el comienzo de la epidemia en 2020.. En ese momento, el gobierno chino adoptó una política de tolerancia cero contra el coronavirus, que incluía medidas como la cuarentena de ciudades enteras y la realización de pruebas obligatorias a todos los residentes cuando solo se detectaban unos pocos casos.

Temores de un rebrote de casos en Pekín

En Beijing, muchos lugares turísticos también han adoptado restricciones durante el feriado del 1 de mayo, que suele estar lleno de gente.

Los residentes comenzaron a abastecerse de alimentos y artículos de primera necesidad por temor a un cierre que podría anunciarse repentinamente. El China World Trade Center, que alberga oficinas y áreas comerciales, permanecerá cerrado hasta el domingo.

Además de Beijing, la ciudad central de Zhengzhou también aumentó sus controles para luchar contra el covid, ya que los residentes de la parte principal de la ciudad se vieron obligados a permanecer en sus complejos de apartamentos.

Shanghái, donde semanas de confinamiento han suscitado críticas a la administración pública y al exceso de entusiasmo de las autoridades, se enfrenta a problemas para abastecer a la población confinada y para atender a pacientes con problemas no relacionados con la Covid-19.

Cientos han muerto en la ciudad de 25 millones, en su mayoría ancianos no vacunados.