Cómo darle funcionalidad a tu espacio de trabajo con un buen escritorio

La mayoría de las personas pasan gran parte de su día trabajando. Teniendo esto en cuenta, es indispensable contar con un espacio de trabajo que sea cómodo y práctico. Y, a decir verdad, no se necesitan grandes y costosos elementos. Lo más importante es saber elegir, entre todas las opciones de escritorios, el adecuado según el espacio con el que se cuente.

Descubre aquí tu próximo escritorio, cómo acomodarlo para aprovecharlo al máximo y todos los consejos necesarios para lograr un espacio de trabajo funcional. De esta manera, el rendimiento diario, mejorará notablemente.

Armar una pequeña oficina

Al trabajar remotamente es necesario poner en práctica ciertas normas, para sacarle el máximo provecho a esas horas y rendir el máximo. Para lograrlo, se recomienda crear un espacio especialmente pensado para sentarse con la computadora y desconectarse de las distracciones.

Para armar un pequeño rinconcito de trabajo, lo primero que hay que hacer. es ver diferentes opciones de escritorios para oficina. Lo ideal, para no ocupar demasiado espacio, es que sea un mueble pequeño, pero funcional; es decir, que se pueda ubicar en una esquina o pegado a una pared.

Si ya se cuenta con una mesa que se pueda usar como escritorio, se puede complementarla con algunos accesorios. A continuación, algunas ideas: si no tiene espacios de almacenamiento, se puede agregar un pequeño mueble con cajones debajo o incorporar cajas que brinden diseño y mayor espacio.

Por lo general, en las paredes que se encuentren cerca del escritorio, lo recomendable es colocar algunas repisas para ganar más espacio y poner allí los artículos que se usen cotidianamente.

El secreto está en la organización

¿Cómo organizar un área de trabajo? Por más pequeño que sea el espacio, es crucial priorizar el orden para tener un espacio despejado que permita moverse tranquilo.

Para lograrlo, se tiene que pensar detalladamente cuáles son los accesorios o herramientas que son indispensables y que se deben tener al alcance de la mano; por otro lado, los que son necesarios pero se pueden tener almacenados; y los que directamente son prescindibles.

Sobre el escritorio solamente hay que ubicar las cosas que se usan para trabajar: la computadora, mouse, teclado y, quizás, una libreta con una pluma.

En la pared de enfrente, al levantar la mirada, lo que se recomienda es colocar un pizarrón o un corcho para poner anotaciones y recordatorios. Además, se puede poner una o dos pequeñas repisas que sirvan para acomodar libros y artículos de uso cotidiano.

Mientras que, las cosas que no se usan todos los días, lo ideal es guardarlas en cajones o cajas.

Las repisas tienen que tener un orden

No se trata de tener espacio y llenarlo. Las repisas se deben organizar con un cierto orden para que llegue el caos.  Es por eso que, no se deben abarrotar de cosas, solamente hay que poner algunos libros y artículos de decoración.

¿Cómo organizar los cajones?

Meter todo dentro de un cajón, sin respetar un orden, simplemente va a generar un caos generando que, al momento de buscar cosas, sea casi imposible localizarlas.

Para tener los cajones ordenados lo primero que hay que hacer es asignar un espacio para cada tipo de artículos, poniendo en los primeros los artículos de mayor utilidad (para tenerlos a mano) y, en el resto, los elementos que se utilizan más esporádicamente.

Dentro de cada cajón, lo ideal es crear pequeños espacios para aprovechar al máximo el espacio. Se pueden colocar pequeñas cajas o crear separadores con cartón. Esto sirve, sobre todo, para ubicar artículos de librería o papelería, como plumas, clips, lápices, engrapadoras y cuadernos.

Por último, un tip importante: en los cajones donde se guardan papeles, la mejor opción es usar folios o carpetas para localizar más rápido las hojas que se necesiten, al momento de buscarlas.