El 19 de agosto de 1936, el poeta español Federico García Lorca fue asesinado a quemarropa por los fascistas españoles. Lorca disfrutó del pasado glorioso de la ciudad.
Al fin y al cabo, el poeta se inspiró en la época de los moros, que dejaron en la ciudad uno de los edificios más valiosos de la historia de la arquitectura, la Alhambra. “Se consideraba el sucesor de Poptil, uno de los últimos gobernantes moros de la ciudad”, dice Luis García Montero, célebre poeta y profesor de literatura granadino.
Sin embargo, la relación de Lorca con la ciudad fue ambigua. “Se sentía muy bien donde vivía su familia. En ese momento, Granada era un centro cultural muy importante, pero Lorca también temía las fallas de la ciudad”, dice García Montero. Lorca odiaba a la clase alta reaccionaria de Granada.
En su última entrevista con el diario El Sol en julio de 1936, dijo que en la ciudad vivía «la peor burguesía de toda España». El anuncio enfureció a los fascistas locales, ya que Lorca ya era odiado por su celo republicano y su homosexualidad.
Periodo crítico en Madrid
La propia familia del escritor era una de las más ricas de Granada. Federico nació el 5 de junio de 1898 en el pueblo de Fuentevacqueros en la vega al pie de Sierra Nevada cerca de Granada. Su padre era terrateniente.
Sin embargo, la familia no era adepta a las costumbres de los ricos de la época, que se comportaban como auténticos terratenientes. Los Lorcas eran liberales y odiaban la iglesia. La hermana de Federico, Concepción, estaba casada con el alcalde socialista Manuel Fernández Montesino, quien luego fue ejecutado por los fascistas.
Lorca recibió una formación académica ejemplar. Incluso cuando era un niño pequeño, su talento en las artes ya era notable. Era orador, además de demostrar talento en la pintura y la música. Tras iniciar sus estudios de Derecho, Filosofía y Letras en Granada, se traslada a Madrid.
En la famosa residencia de estudiantes -Residencia de Estudiantes- conoció a los artistas más importantes de su época. Trabó amistad con Salvador Dalí, Manuel de Falla y Rafael Alberti, el poeta Antonio Machado, Pablo Picasso y muchos otros.
teatro y poesia
Lorca fue uno de los llamados «Poetas de la Generación del 27» (Aleixandre, Cernuda, Guillén, Salinas, Unamuno) que popularizaron la lírica española en todo el mundo. En Madrid escribió sus primeras grandes obras literarias.
En 1928 publicó su obra más exitosa, Romanciro Chicano. En los años siguientes, Lorca se dio a conocer como un renovador del teatro en el país con la publicación de Mariana Pineda (1928), Botas de Sangu (1933), Yerma (1934) y A Casa de Bernarda Alba (1933-1936).
En 1929, hizo un viaje a Estados Unidos, donde escribió el aclamado libro El poeta de Nueva York. Sin embargo, al no sentirse cómodo en la bulliciosa y ruidosa metrópoli, eligió una vida más apartada en Cuba en 1930 y luego regresó a su tierra natal. España, en ese momento, estaba en un caos político. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República.
En la protección de la mujer
Lorca defendió los principios republicanos. Como director viajó por el interior del país con un teatro ambulante llamado La Barraca para llevar cultura e información al pueblo. Ajeno a ningún partido, tenía amistades entre las dos corrientes políticas de la España de mediados de los años treinta, y se oponía claramente a las relaciones feudales propias de la Granada de la primera mitad del siglo XX.
Por encima de todo, Lorca consideró la seguridad de las mujeres. Con sus piezas que abogan por la autoafirmación femenina, jugó con el espíritu de la época. Sus obras están dominadas por personajes femeninos que se rebelan contra la moral imperante y son capaces de morir por sus ideales.
En todas sus obras hay muerte. Las últimas frases de A Casa de Bernarda Alba parecen un ominoso presagio de la tragedia que se avecina: “No me arrepiento. Mirar a la muerte a la cara. ¡Lágrimas sólo cuando estás solo! Todos nos ahogamos en un mar de lágrimas. paz Silencio».
Federico García Lorca fue fusilado por fascistas el 19 de agosto de 1936, en una carretera cercana a Visnar.
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