abril 19, 2024

¿Pan de sal para adelgazar?  Los nutricionistas explican si los pepinos son buenos

¿Pan de sal para adelgazar? Los nutricionistas explican si los pepinos son buenos

A la parrilla con mantequilla, pita, mezcla caliente, sándwiches, hamburguesas y hasta la famosa fataba de Bahía. Son muchas las recetas que se basan en el pan, un alimento del que muchos países afirman ser creación milenaria. Pero cuando se trata de perder peso, se ha descartado hasta hace poco. Ahora, sin embargo, su versión más famosa en Brasil, el pão de sal, o pan francés, se ha convertido en una dieta preciada.

Si las calorías amenazaron a quienes decidieron reducir los carbohidratos antes de que se excedieran, hoy forman parte de la rutina de quienes intentan perder peso, y la mayoría de los brasileños, que pueden consumir hasta 16% del salario con pan de sal. En las redes sociales, nutricionistas e influencers están promocionando recetas como el pan con huevo o acompañado de queso saludable y otros fiambres, como buenas opciones para quienes quieren adelgazar.

Profesionales del área escuchados por el informe aseguran que sí es posible incluir alimentos en la dieta, siempre que haya equilibrio, moderación y variación en el menú. La dietista Luciana Lapidel, Máster en Alimentación, Nutrición y Salud de la UFBA (Universidad Federal de Bahía), dice que no hay barreras para incluir el pan en la dieta, pero destaca que la opción ideal es una evaluación previa a la nutrición.

“Todo depende mucho de la composición, la cantidad y la frecuencia de consumo”, dice. “En la evaluación, lo habitual es revisar los hábitos alimentarios para ajustar las cantidades según las necesidades nutricionales de cada individuo”. Labedel destaca que el grupo de edad, el estilo de vida, el nivel de actividad física y los factores relacionados con la enfermedad son variables que se tienen en cuenta cuando un profesional estima la cantidad ideal de cada alimento.

“Si una persona normalmente consume tres o cuatro barras de pan al día, pero tiene sobrepeso, o tiene un cambio en su nivel de glucosa en sangre, lo guiaremos en el proceso de reeducación, para que reduzca la cantidad. Siempre depende en el individuo», Scores. Según la especialista, el pan se puede comer incluso en dietas bajas en carbohidratos. “Incluso porque es una fuente de energía, especialmente para quienes realizan actividades físicas”, dijo.

El nutricionista Jamil Baptista, para quienes ya tienen un menú dedicado a bajar de peso, sugiere vincular el pan con alguna proteína. “Como queso, ternera, pollo y atún con lechuga y tomate, para aumentar el valor nutritivo de los alimentos”. Aunque tampoco condena el pretzel en tiempos de dieta, Baptista sugiere comerlo en días alternos.

En este sentido, la nutricionista recomienda sustituirlo, por ejemplo, por pan de levadura natural. U otras variedades, como pan de maíz o harina de almendras. En el caso del pan integral, los profesionales llaman la atención sobre la necesidad de controlar la composición en la etiqueta del producto, ya que, de hecho, no siempre son integrales.

“El pan con harina integral es más beneficioso por la cantidad de fibra”, destaca Lapidel. Agrega: «Pero debería ser el primer ingrediente en la lista de ingredientes. De lo contrario, no es realmente una parte integral. Sin embargo, debe haber un consumo moderado». «A menudo, cuando observamos la composición, en lugar de harina integral, el primer ingrediente es harina especial, que es solo harina blanca refinada», señala Baptista. «A veces, el segundo ingrediente es el azúcar. ¿Cómo comería este pan una persona con diabetes?», pregunta.

(Franco Adelton/Fullhabers)