abril 19, 2024

Mejora la densidad de nutrientes de tu dieta y no cuentes calorías

Mejora la densidad de nutrientes de tu dieta y no cuentes calorías

El error en calorías es precisamente hacer dieta reduciendo el volumen de lo que comes, es decir, comer poca cantidad de comida, restringiendo mucho, y también reduciendo la densidad nutricional, es decir, además de hambre, te consumirás.

Para comprender mejor, una explicación de por qué podría estar tratando de hacer dieta y, en lugar de perder peso y estar saludable, se ve poco saludable, con poca energía y enfermándose constantemente (con resfriados que nunca desaparecen, baja inmunidad e infecciones frecuentes). , es el hecho de que cuando restringimos muchas opciones de alimentos, también estamos restringiendo importantes aliados de nuestra salud: los nutrientes.

¿Cuál es la diferencia entre densidad de energía y densidad de nutrientes?

Densidad de energia: Es el término utilizado cuando existe un cálculo activo de las calorías que este alimento aporta a nuestro organismo. Proviene de los macronutrientes, es decir, la cantidad de carbohidratos, grasas o proteínas que contiene un alimento. Los ganadores por mayor densidad energética son los refrescos, bebidas azucaradas, batidos, helados procesados, postres y comidas rápidas en general. Puedes ver que es muy denso en energía, ¿verdad?

Densidad de nutrientes: Es el término que se utiliza para distinguir los alimentos que contienen una cantidad importante de nutrientes, que no siempre son fabricados por el organismo y por tanto requieren su consumo a través de alimentos o suplementos. Las frutas, verduras y hojas se consideran alimentos con alta densidad nutricional, ya que se considera que contienen grandes cantidades de micronutrientes, como vitaminas, minerales y fitoquímicos, ingredientes activos que se encuentran en plantas que tienen atractivo medicinal, por ejemplo.

No es de extrañar que finalmente recibas la noticia de que tal fruta o tal alimento es rico en algunas vitaminas o ingredientes activos como fitoquímicos que ofrecen alguna respuesta terapéutica. Por ejemplo: gran cantidad de vitamina C en la acerola y su respuesta inmune, gran cantidad de omega-3 en la sardina y su capacidad protectora del corazón y su acción antiinflamatoria. La lista es larga.