La investigación busca comprender mejor las causas y mecanismos de la hipertricosis global. Los avances en genética y terapia génica apuntan a tratamientos más específicos en el futuro.
Efectos físicos y emocionales.
La hipertricosis, cuando no está relacionada con causas hormonales, generalmente no afecta el desarrollo físico, pero puede tener un impacto emocional importante.
“Los niños pueden experimentar rechazo, tristeza y aislamiento de sus pares”, afirma Fernando Tretto, médico intensivista pediátrico de Unimed Franca. “El apoyo psicológico es fundamental, y el seguimiento médico con pediatra, endocrinólogo pediátrico, dermatólogo y psiquiatra es fundamental”.
Se recomienda que el niño siga sus actividades rutinarias, como la escuela y las actividades recreativas, y nunca se le debe privar de la interacción social. Socializar con otros niños es esencial para desmitificar la enfermedad.
“En casos más graves, además de la atención médica para tratar la causa, también es importante garantizar que se respalde la salud mental de los pacientes, reconociendo que el resultado depende de la causa subyacente y, para algunas formas genéticas, la condición estética puede ser un desafío continuo durante toda la vida”, afirma el genetista.
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