Ante condiciones provocadas por cambios intestinales, es necesario prestar atención a las señales de que algo anda mal. Los primeros síntomas, según Advania, pueden ser flatulencia, lengua blanca, cambios de humor, hinchazón y fatiga.
En el caso de los niños, cuando empiezan a girar mucho en la cama en el sentido de las agujas del reloj y a sudar en exceso, esto es síntoma de intolerancia alimentaria. En el sentido de las agujas del reloj es como funcionan los intestinos, por lo que el bebé se mueve en la cama por inercia.
En cuanto a los adultos, aquellos que sudan en exceso por la noche, se mueven mucho en la cama y tienen confusión mental, como olvidar algunas palabras, deben investigar algunas intolerancias alimentarias.
Finalmente, la nutricionista explica que la escala de Bristol es una forma de ver si las heces humanas se ven correctas, porque “cuando comienza a desmoronarse y no termina con este puntito, es una atención que debes tener para tu intestino”.
Siempre es correcto dar importancia a los signos de esta parte del cuerpo, porque con “más nutrición, los intestinos funcionan, tienes más salud, bienestar, longevidad y felicidad”.
* Aprendiz en R7 Bajo la supervisión de Fernando Meles
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